El estilo decorativo retro

Muchas veces escuchamos hablar del estilo decorativo retro, y que el mismo se encuentra presente en diferentes ambientes. Sin embargo, no siempre es fácil definir sus características centrales. En este artículo vamos a intentar resumir los principales puntos de su propuesta estética.

En términos generales, el estilo retro se sustenta en un regreso a modelos y diseños del pasado, incorporando al mismo tiempo los avances tecnológicos actuales. La fusión de los elementos “neo” y los “vintage” producen el estilo decorativo retro. De esta manera, vuelven a cobrar vida tendencias de épocas pasadas en el universo de la decoración.

Las reglas estéticas básicas para obtener una decoración retro se basan en la utilización de colores fuertes y agudos contrastes, empleando además estampados llamativos y una gran cantidad de formas geométricas, mayormente círculos, rectángulos y zig-zag. Además, materiales como la pana y los tejidos sintéticos son especialmente requeridos.

Tampoco pueden quedar a un lado los objetos de vidrio y metal y el empleo de pósters e imágenes icónicas provenientes de los medios de comunicación de masas, en un giro pop que es otro de los puntos clave de este estilo. Lógicamente, la idea no es recargar excesivamente el espacio sino combinar armónicamente los elementos.

En consecuencia, quizás lo más difícil a la hora de diseñar un ambiente retro es la armonía de la propuesta. Es que el uso de colores intensos o de figuras y motivos pop puede desembocar en la creación de un espacio desordenado y desarmónico. Por consiguiente, habrá que prestar especial cuidado con esta cuestión.