Jardines: diseño en estilo Zen
La decoración del hogar también incluye los ambientes externos, de eso no cabe ninguna duda. Es importante tener en cuenta que en muchos casos pasamos buena parte de nuestro tiempo en el jardín, sobretodo cuando las condiciones climáticas así lo permiten, y que además suele ser uno de los sitios que las visitas siempre quieren conocer. Por consiguiente, se trata de un espacio al que no podemos obviar decorativamente hablando.
Una de las posibilidades ornamentales para el jardín en el estilo Zen. Se trata de un concepto de espacio exterior originado en Japón, y que en consiguiente cuenta con todas las características de la cultura e idiosincrasia oriental, de la que tanto tenemos que aprender los occidentales en muchos ámbitos.
El objetivo de esta clase de jardines es transmitir armonía y equilibrio, considerando a la arena, el agua y la piedra como elementos fundamentales. También se juega con velas y lámparas, además de estimular la creatividad en cuanto a las texturas, los colores y las formas. Habitualmente, el musgo es una de las especies vegetales más utilizadas en este tipo de jardines.
Para imaginar un diseño Zen para nuestro jardín, al estilo del que podemos observar en la imagen, la piedra deberá convertirse en un elemento primordial. Las piedras son vitales al igual que su forma y colocación, colaborando en la creación de espacios específicos y distintas perspectivas. Para la cultura Zen, las piedras representan diferentes instantes y experiencias vitales.
Los otros elementos que nunca podrán faltar serán el agua, que podremos incorporar mediante fuentes y estanques y que simboliza el movimiento constante, el fluir incesante de las cosas, y la arena, que aporta serenidad y puede formar parte de caminos y espacios concretos.
Una de las posibilidades ornamentales para el jardín en el estilo Zen. Se trata de un concepto de espacio exterior originado en Japón, y que en consiguiente cuenta con todas las características de la cultura e idiosincrasia oriental, de la que tanto tenemos que aprender los occidentales en muchos ámbitos.
El objetivo de esta clase de jardines es transmitir armonía y equilibrio, considerando a la arena, el agua y la piedra como elementos fundamentales. También se juega con velas y lámparas, además de estimular la creatividad en cuanto a las texturas, los colores y las formas. Habitualmente, el musgo es una de las especies vegetales más utilizadas en este tipo de jardines.
Para imaginar un diseño Zen para nuestro jardín, al estilo del que podemos observar en la imagen, la piedra deberá convertirse en un elemento primordial. Las piedras son vitales al igual que su forma y colocación, colaborando en la creación de espacios específicos y distintas perspectivas. Para la cultura Zen, las piedras representan diferentes instantes y experiencias vitales.
Los otros elementos que nunca podrán faltar serán el agua, que podremos incorporar mediante fuentes y estanques y que simboliza el movimiento constante, el fluir incesante de las cosas, y la arena, que aporta serenidad y puede formar parte de caminos y espacios concretos.
Jardines: diseño en estilo Zen
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