Un color para cada necesidad

Existen muchas alternativas en cuanto a colores para aplicar en interiorismo y decoración. Y realmente son muy importantes, porque estimulan los sentidos y hacen respirar a los espacios. Vamos a descubrir algunos detalles sobre esta cuestión y conocer aquellos colores que mejor se pueden adaptar a nuestro espacio hogareño.

• Rojo: representa la pasión, el encuentro sexual, la aventura, el deseo, el juego y la trasgresión. Es ideal para aportar algunos toques muy precisos, ya que si se transforma en dominante puede llegar a ser irritante. Los sillones, cortinas, almohadones y alfombras son muebles y complementos perfectos para este intenso color.
• Azul: nos transmite calma, tranquilidad y frialdad. Suele ser ideal en lámparas, tapizados, colchas y otros complementos textiles, aunque también puede emplearse en ambientes relacionados con el negocio o el descanso, como oficinas hogareñas o salas de relax. 
  
• Verde: representa el contacto con la naturaleza, y se lo recomienda en accesorios como adornos, alfombras o pequeños muebles, no así directamente en paredes. Brinda tranquilidad y fomenta el diálogo.
  
• Amarillo: es energía, acción, vitalidad, buen humor y voluntad. Debido a este carácter estimulante, no se lo recomienda para habitaciones de bebés, aunque puede ser interesante en salas de juego o espacios similares.
  
• Naranja: color espiritual, eufórico, entusiasta. Puede dar un interesante toque sensual en ciertos ambientes. 
  
• Violeta: el tono de la profundidad, el misticismo, el misterio y la melancolía. Se trata de un color fresco y relajante.
  
• Blanco: es la suma de todos los colores, y se identifica con la luz y la claridad. Uno de los tonos más elegidos para la pintura de paredes y techos. 
  
• Negro: ausencia de color. Reminiscencias a la oscuridad, la calma, la elegancia…Ideal en electrodomésticos o mobiliario de cocina y baño.