La cerámica de Talavera y su impacto decorativo

El barro modelado acompaña al hombre desde el principio de los tiempos. Desde siempre ha narrado la historia de distintas culturas y, al mismo tiempo, se ha transformado en una forma de expresar diferentes situaciones mediante el arte y la decoración. En otras palabras, sensibilidad y técnica se unen en el modelado de la arcilla, dando nacimiento al arte de la cerámica, de amplia aplicación en el interiorismo contemporáneo.

El alfarero trabaja para dotar a cada pieza de un carácter individual, creando un mundo nuevo con cada complemento decorativo. Posteriormente, la cerámica expuesta al calor y luego enfriada toma su forma definitiva. Un proceso que se repite a lo largo de los años, y que sigue maravillando al hombre al crear piezas que sobreviven al tiempo, desde las obras de arte más perfectas hasta aquellos simples accesorios que pasan de generación en generación, como una herencia familiar.

Dentro de este mundo, la cerámica de Talavera posee algunos detalles y elementos que la hacen única, como podemos ver en la imagen que pertenece a la web travelbymexico.com. Quizás el punto clave que la distingue es su paleta de colores, caracterizada por tonos como el amarillo, el violeta, el verde cobre o el azul cobalto, entre otros.

Estos colores tienen la particularidad de ser eternos, debido a la aplicación sobre la pintura utilizada de la prueba del fuego a 900 grados. Esta temperatura permite la vitrificación de la capa de esmalte, lo que brinda precisamente apariencia de vidrio a la cobertura de las piezas. De esta manera, años y siglos serán testigos de la belleza de estos elementos y complementos cerámicos.