Baldosas hidráulicas y suelos rústicos
En lo que se refiere a suelos y pavimentos, apostar por la tradición es emplear piezas decorativas desarrolladas de modo artesanal, por ejemplo con materiales como cemento. Muchas de estas opciones han vuelto a ganar adeptos, como por ejemplo sucede con las baldosas hidráulicas.
Las mismas resaltan por su colorido y originalidad en los dibujos, aunque requieren un cuidado periódico y especial. Diseños geométricos que simulan alfombras o motivos de gran personalidad solamente pueden obtenerse con este tipo de creaciones artesanales. Aunque el mantenimiento es más difícil si lo comparamos con la cerámica convencional, las baldosas hidráulicas pueden aportar un toque rústico de indudable peso estético.
Este tipo de baldosas es realmente un clásico, ya que datan del siglo XIX. Sin embargo, las propuestas actuales toman esa tradición para redefinirla de acuerdo a los criterios contemporáneos. Su fabricación se concreta en cemento, a partir de tres capas de mortero comprimidas.
La última de las capas es la empleada para incorporar con colorantes minerales los motivos y dibujos que caracterizan a este tipo de baldosas. La forma de estos trabajos artesanales se concreta mediante plantillas metálicas. Además de crear coloridos diseños originales y absolutamente personalizados, también puede desarrollarse la imitación y restauración de piezas antiguas.
Es importante destacar que esta clase de baldosas hidráulicas es tradicional de regiones mediterráneas, con temperaturas cálidas. La forma de las piezas es habitualmente cuadrada o hexagonal, empleándose moldes para asegurar la homogeneidad en el formato. Los acabados son agradables al tacto y de gran brillo. La imagen que apreciamos pertenece a dlkinney.
Las mismas resaltan por su colorido y originalidad en los dibujos, aunque requieren un cuidado periódico y especial. Diseños geométricos que simulan alfombras o motivos de gran personalidad solamente pueden obtenerse con este tipo de creaciones artesanales. Aunque el mantenimiento es más difícil si lo comparamos con la cerámica convencional, las baldosas hidráulicas pueden aportar un toque rústico de indudable peso estético.
Este tipo de baldosas es realmente un clásico, ya que datan del siglo XIX. Sin embargo, las propuestas actuales toman esa tradición para redefinirla de acuerdo a los criterios contemporáneos. Su fabricación se concreta en cemento, a partir de tres capas de mortero comprimidas.
La última de las capas es la empleada para incorporar con colorantes minerales los motivos y dibujos que caracterizan a este tipo de baldosas. La forma de estos trabajos artesanales se concreta mediante plantillas metálicas. Además de crear coloridos diseños originales y absolutamente personalizados, también puede desarrollarse la imitación y restauración de piezas antiguas.
Es importante destacar que esta clase de baldosas hidráulicas es tradicional de regiones mediterráneas, con temperaturas cálidas. La forma de las piezas es habitualmente cuadrada o hexagonal, empleándose moldes para asegurar la homogeneidad en el formato. Los acabados son agradables al tacto y de gran brillo. La imagen que apreciamos pertenece a dlkinney.