Las propiedades decorativas y aislantes del corcho
El corcho es un elemento natural y liviano, que cada día se emplea con mayor asiduidad en el terreno del interiorismo por su importante capacidad decorativa y aislante. Asimismo, se trata de un material de simple colocación y mantenimiento, que puede barnizarse y mantenerse limpio solamente pasando de vez en cuando una franela o gamuza.
Los especialistas también recomiendan, para no perder su capacidad decorativa, limpiarlo periódicamente con un trapo embebido en agua tibia y algo de detergente, o en su defecto unas gotas de amoníaco. Cuando el corcho no se encuentra barnizado se puede lavar con un preparado a base de una infusión de salvado.
En el caso de manchas de grasa, el corcho puede tratarse con esencia de trementina, que eliminará los rastros de grasitud. Una vez realizado ese tratamiento, es posible aplicar una capa de aceite de linaza, que incrementará la protección del material frente a posibles nuevas manchas en el futuro.
Cuando el propósito es emplear corcho en el baño, resulta imprescindible impermeabilizarlo con barniz marino, algo que incrementará en gran medida su resistencia a la humedad. Vale recordar que el corcho es un elemento natural, extraído del árbol del mismo nombre.
Posee grandes propiedades como aislante y fonoabsorbente, lo que significa que es capaz de impedir el ingreso de ruidos y sonidos en los espacios en los cuales se coloca, debido a su porosidad. Esto resulta fantástico, por ejemplo, para aislar zonas de trabajo o estudio en el hogar, en las cuales se busca crear un ambiente de paz y tranquilidad.
Los especialistas también recomiendan, para no perder su capacidad decorativa, limpiarlo periódicamente con un trapo embebido en agua tibia y algo de detergente, o en su defecto unas gotas de amoníaco. Cuando el corcho no se encuentra barnizado se puede lavar con un preparado a base de una infusión de salvado.
En el caso de manchas de grasa, el corcho puede tratarse con esencia de trementina, que eliminará los rastros de grasitud. Una vez realizado ese tratamiento, es posible aplicar una capa de aceite de linaza, que incrementará la protección del material frente a posibles nuevas manchas en el futuro.
Cuando el propósito es emplear corcho en el baño, resulta imprescindible impermeabilizarlo con barniz marino, algo que incrementará en gran medida su resistencia a la humedad. Vale recordar que el corcho es un elemento natural, extraído del árbol del mismo nombre.
Posee grandes propiedades como aislante y fonoabsorbente, lo que significa que es capaz de impedir el ingreso de ruidos y sonidos en los espacios en los cuales se coloca, debido a su porosidad. Esto resulta fantástico, por ejemplo, para aislar zonas de trabajo o estudio en el hogar, en las cuales se busca crear un ambiente de paz y tranquilidad.